CDP

Se acabo el colegio.
RIP! todas las mañanas de acogidas con oraciones nunca escuchadas, las tres primeras horas de escuchar radio como enferma y llamar, mañanas enteras de dormir en el cómodo banco (y sí que era cómodo), de pasar por todo el colegio vendiendo Chicles Grosso, de que me quitaran cuanta mercardería quisieran porque me acusaban y/o cachaban, de pasarle la merca a la Pieri y a la Yoya, de cantar exagerada y fuertemente en la sala al son de Kudai, Bkn, María José Quintanilla, Luis Miguel, de bailar axé en frente del curso y las coreografías seguidas por todas, de las tardes en los columpios con los agradables atardeceres de noviembre haciendo hora esperando partir Danza Española, de los primeros almuerzos en la pequeña sala de la esquina del segundo piso, en el rincón de computación, en los asientos del patio del colegio mirando a toda la gente pasar, de las vueltas de reuniones de apoderados con pésimas notas y yo acóstandome temprano para ahorrarme el reto, de las primera actuaciones con una dicción y corporalidad pésimas, de las primeras semanas en Compañía, de las semanas del colegio, de participar siempre en si lo sabe cante y no cachar ná, de Peer Gynt o lo Inesperado, de ir a la Uniacc año a año, de la euforia en el furgón de vuelta de los concursos con La Tribu, de las actuaciones a salón repleto, de los trainings agotadores de los viernes que dejaban con dolores hasta la semana siguiente, de Coldplay, de Black Eyed Peas, de la canción brasileña, de las secuencias corpolares del profe Manfred, de los mejores abrazos con la Castrito apenas nos encontrábamos en medio del patio, del trote de 15 minutos en educación física, de los "chelo suéltate el pelo", de ir a la biblioteca y estar ahí horas y horas..., de las peleas infantiles con las niñas chicas, de jugar a la cuerda! en el patio con el curso y con la pendejas, de escribir casi nada en la mesa porque que lata era más fácil mirar el cuaderno directamente, del subterráneo, de mi número 12, de las mañanas de invierno con las Berries tomando té y café en el hervidor fondiado, de los comentarios de los carretes y tocatas!, de la lejanía de tus mejores amigas, de los profesores preocupados siempre de ti, del Día de Invierno, de mi acogedor colegio que siempre me recibió conjuntamente como lugar, con su personal, con mis compañeras y amigas.
Tantas otras cosas.

No se siente.

No he salido del colegio.

No lo siento para nada...




"Todo esto es triste, como el niño que está quedándose huérfano.
O como la muerte del perro de un ciego.
O como el río que se estira en su lecho agonizante..."

En mi graduación falto gente mía!
No sé, fui tan despreocupada no avisé ni nada.
Emm sí, realmente me falto gente...
Pero mis familiares, toditos como nadie.