martes, 5 de junio de 2012
Ayer y Hoy
Tanto queremos y ansiamos que llegue un día para vivirlo y llega, llegan y se van tan rápido.
Godot en la pampa ya pasó, tristemente y ahora todo vuelve a ser algo vacío.
Digo algo, porque sigue el resto...
Es tan obvio, pero tan cuático pensar haber estado en ese lugar tan distinto nuevamente viviendo esa vida por un par de días, respirar ese aire seco, asumir esa resequedad como parte de tí que se pega inevitablemente a tu piel, convivir con esa tranquilidad constante que se vuelve misterio y ruido por la noche, acoplarse a esa acogida tan grande de la gente de allá.
Tan distinto el norte a lo que es el sur, y pensar que toda esa belleza es de nosotros y la tenemos en nuestro país.
Yo no lo asumía hasta que conocí ese extremo de tierra que nunca me llamó la atención, por mi amor incondicional al sur.
Ahora que conozco comparto ese cariño por estos dos lugares tan diferentes, pero que complementan el todo que somos.
Luego de revivir esto volví muy contenta, pero más enferma que la chucha,
me siento como toda la gente que pasa enferma y que yo critico por quejarse de weas.
Yo no me quejo, pero aguanto y creo que aguanto tanto que explota la wea.
Me daba risa igual, la doctora preguntándome: has estado sometida a situaciones de estress, muy ansiosa, comes muy rápido?
Ay, si.
Después de tutti el chequeo correspondiente y un definitivamente esto es colón irritable.
Pero cómo esta mierda me hace tan imposible la vida.
Me siento tan mal como hace dos días atrás, pero siempre estar en casa sintiéndose mal es mejor que estar lejos de ella en la misma situación.
Y pensar que esto me pasó también hace un mes atrás y se vuelve a repetir.
No hay que estresarse tanto, para llegar a esto, no.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario