martes, 5 de marzo de 2013

cine

por fin ví django y lloré como cabra chica. como sólo lo logran a estas alturas las películas, canciones, obras, fotografías o cuadros que realmente me conmuevan. está bloqueado en mi el llorar para las cosas de mi vida. hace un rato ya, no sé si eso se bloquea, si me pasa no sé tampoco por qué, pero hace bastante que ya no lloro si se trata de mi o cercanos. cuando han pasado cosas importantes, la pena llega hasta ahí no más, también el servir de contención igual con la gente me imagino que debe generar un velo como de fuerza interna que no permite lo otro. pero ésta película, es que también me hizo recordar a gente del bello pueblo que conocí, veía a varios y compartía esa reinvindicación de parte de los negros. es que yo también dejé mis weas y tonterías que uno se genera a lo largo de la vida de lado, para compartir con ellos, porque todos finalmente siempre somos y seremos iguales.

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